Alimentos Húmedos
Se diferencian principalmente dos tipos de alimentos enlatados: los que proporcionan una alimentación completa y equilibrada y los que aportan un suplemento dietético en forma de carne o subproducto cárnico enlatado.
Los alimentos enlatados completos y equilibrados contienen una mezcla de ingredientes tales como carne, subproductos de pescado o ave, cereales, proteínas vegetales procesadas, vitaminas y minerales. Algunos de estos productos contienen solamente uno o dos tipos de carne o de subproductos cárnicos, con el aporte suficiente de vitaminas y minerales para constituir una ración completa desde el punto de vista nutritivo.
El segundo tipo de alimento enlatado, frecuentemente denominado producto cárnico enlatado, se compone de los mismos tipos de carne enumeradas anteriormente, pero sin el suplemente de vitaminas y minerales. Estos alimentos no están formulados para ser nutritivamente completos y su intención de uso es solamente es ser el suplemento de una dieta completa y equilibrada de pos sí. Por ejemplo, algunos propietarios de animales añaden cada día una pequeña cantidad de alimento enlatado al alimento seco completo y equilibrado de su animal. El elevado contenido en grasas de los suplementos enlatados refuerza la textura y sabor de la alimentación del animal. Aunque muchos alimentos secos completos y equilibrados también son muy sabrosos y proporcionan una dieta equilibrada, algunos propietarios creen que una alimentación a base de productos secos, únicamente aburre o cansa a su animal de compañía. La adición de una cucharada o dos de un producto que parece carne o estofado hace creer a los propietarios que su animal va a disfrutar más de la comida.
Desde el punto de vista del procesado, existen tres tipos de alimentos enlatados: en bloque, en trozos o en trozos con salsa de carne, y también una combinación de bloque hecho a base de trozos. Según los ingredientes utilizados, estos productos presentan una gran variación en su contenido en nutrientes, digestibilidad y disponibilidad. Por lo general, los alimentos enlatados son más sabrosos y digestibles que muchos alimentos secos para animales, y contienen una proporción superior de materia seca proteíca y grasa. La temperatura y presión elevadas implicadas en su procesado eliminan bacterias nocivas y origina alguna pérdida en nutrientes. Los fabricantes de productos de alta calidad realizan los estudios necesarios para determinar la magnitud de estas pérdidas, para ajustar la fórmula y compensarlas. Sin embargo, algunos fabricantes pueden determinar de forma incorrecta las pérdidas nutritivas que ocurren durante el proceso de enlatado. Los fabricantes que utilizan el método de cálculo para ajustar sus declaraciones en la etiqueta no han de tener en cuenta estas pérdidas, porque el método de cálculo finaliza antes del procesado.
Cuando se determina el contenido calórico según el peso de materia seca, éste generalmente varía entre 3.500 y 5.00 kcal/kg o entre 1.600 y 2.300 kcal aproximadamente. El contenido en grasas de los alimentos enlatados varía entre el 20 y 32%, y los niveles de proteínas, generalmente, se encuentran entre el 28 y el 50%. La mayoría de los productos enlatados contiene una proporción relativamente pequeña de hidratos de carbono digeribles, en comparación con otros tipos de alimentos.
Las comparaciones en nutrientes y precio de los alimentos enlatados y los secos deben realizarse según la materia seca o la densidad calórica, porque los productos enlatados contienen una proporción muy elevada de agua.
Algunas ventajas de los alimentos enlatados incluyen su conservación extremadamente larga y una gran aceptación. El proceso de esterilización y sellado de estos productos permite que puedan mantenerse durante largos periodos de tiempo antes de su apertura, sin tener que considerar condiciones especiales de almacenado. Debido a su contenido nutritivo y textura, los alimentos enlatados, generalmente, resultan, muy sabrosos para los perros y gatos. Sin embargo, ello puede representar un inconveniente para algunos animales de compañía. Los perros y gatos con unas necesidades energéticas moderadas o bajas pueden tener una predisposición a desarrollar obesidad si se alimentan exclusivamente con productos enlatados.