Consejos útiles sobre alimentación (y II)
Tras el primer post, seguimos con los consejos útiles sobre alimentación que puedes llevar a cabo en la vida diaria de tu perro sobre su alimentación. Además incluimos una serie de cosas que no debe comer:
No debe dársele comida fuera de horario, o siempre estará pidiendo. Y jamás se le debe dar comida de la nuestra mientras estamos en la mesa, menos aún si es un cachorrillo. Hacerlo, causa dos problemas:
1) siempre estará pidiendo cada vez que te sientes a comer (y ya no le quitas la costumbre en la vida),
2) es muy probable que rechace su comida; si comer de tu plato le gusta, dirá en adelante que el pienso, te lo comes tú. Y para quitarle esta costumbre tendrás que hacerle pasar hambre.
Si el perro está sano y no ha cogido malas costumbres, el hecho de que no coma, o solo coma parte de lo que le dejas en el plato, puede deberse a estas causas:
♦ Ya está saciado. Basta con reducirle un poco la ración diaria para arreglar el problema. Se sabe que es este el caso, si aparte del hecho de no comer, el perro sigue estando alegre y activo.
♦ El perro "sabe" que ha comido lo suficiente, en relación al ejercicio que hace. Posiblemente le paseas poco, y el perro deja de comer, instintivamente, cuando ya ha satisfecho sus necesidades.
♦ Hace mucho calor. Si es este el caso, no le obligues a comer, o ponle la comida después del atardecer, cuando el calor disminuya.
♦ Está aburrido de la comida. A veces pasa. Puedes condimentársela un poco, por ejemplo, mezclándole con la comida media sardina en aceite (de lata). Si come como una fiera, es que ya estaba harto de que la comida siempre tenga el mismo sabor.
♦ Está enfermo. Normalmente habrá otras señales adicionales, además de la falta de apetito. Vigílale.
♦ Cuando debas cambiarle el tipo de comida (por ejemplo, de pienso para cachorros a pienso para adultos) no lo hagas de golpe sino gradualmente, mezclando ambos tipos de comida y variando la proporción de la mezcla, poco a poco, hasta el nuevo tipo de comida.
Si un día se te antoja darle carne en vez de su pienso, no se la des nunca cruda. Evitarás problemas digestivos por la falta de costumbre, además de eliminar el riesgo de parásitos. La carne cruda le deja un aliento desagradable y le provoca ventosidades. Además la próxima vez que le pongas el pienso no va a querer.
Puedes darle huesos para roer, de vez en cuando (no muy a menudo o tomará exceso de calcio y a la larga tendrá problemas). Dale huesos grandes: la rodilla de ternera es ideal. Huesos pequeños (de pollo, de conejo...) no se los des nunca, los astillará y tragará casi enteros. Si no se le atraviesan en la garganta, lo cual implicará visita al veterinario de urgencias, sufrirá después cuando vaya a defecar.
QUE NO DEBE COMER TU PERRO
Hay una serie de alimentos que pueden resultar dañinos para tu perro. Aquí tienes una lista con los principales:
Huesos: Al roerlos pueden astillarse y perforar el intestino del animal, es mejor darles huesos comerciales, fabricados con piel tratada. Si decides darle huesos naturales, han de ser grandes, de res o cerdo, pero nunca de pollo, ya que se quiebran con mucha facilidad.
Chocolate: El chocolate contiene teobromina, que suministrado en grandes cantidades es muy tóxico para los perros. Un perro que tome chocolate presentará síntomas parecidos al envenenamiento: vómitos, temblores, diarrea....
Cuidado con las sobras: Es muy común alimentar a nuestra mascota con los restos de la comida, sin embargo esta práctica puede ocasionar trastornos alimenticios graves. Los alimentos comerciales son una fuente completa de nutrientes, el aporte extra que el perro recibe con los restos de la comida NO le beneficia, y cuidado si las sobras contienen alimentos picantes como el chile.
Cebolla: La cebolla cruda en grandes cantidades (unos 50 gr.) es tóxica para los perros. Sin embargo no resulta dañina si está cocida o se da en pequeñas dosis.