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¿Cómo saber si tu perro tiene fiebre?

La fiebre nos afecta a todos y desgraciadamente también a nuestros animales. Debido a que ellos no pueden hablar para decirnos si se sienten bien o mal, es necesario estar atentos a su comportamiento. Es positivo tomar algunas pautas para lograr identificar si hay algún problema al que debamos poner remedio.


Normalmente la temperatura habitual de un can debe oscilar entre los 38 y 38,8 grados. Cuando esta se dispara puede ser fruto de infecciones o enfermedades que debemos tratar con urgencia.


Por ello es muy necesario conocer en todo momento la temperatura de nuestro perro, para poder actuar con rapidez. Ahora bien, ¿cómo podemos hacer eso?


Conoce los síntomas de la fiebre en tu perro

Una de las mejores formas de saber si nuestro perro tiene o no fiebre es observando su comportamiento. Hay que atender a cualquier cambio que pueda suceder en su cuerpo. Los más comunes son:

  • Nariz caliente y seca

  • Carácter nervioso y apático

  • Ojos aguados

  • Temblores en temperaturas altas

Si tu perro tiene uno o varios de estos síntomas, lo mejor es que uses un termómetro rectal. Esto no será agradable para el can, pero es una forma de saber la temperatura corporal de tu animal sin errores.


Unta la punta del termómetro con vaselina y pide ayuda para que alguien lo sostenga con fuerza. Recuerda que lo más lógico será que el animal se mueva cuando sienta la presión en el recto. Otro termómetro muy eficiente es el de oído.


¿Qué hacer si mi perro tiene fiebre?

Aunque lo más recomendable es acudir al veterinario para determinar las causas y tratamiento para tu mascota, hay cosas que puedes hacer en casa mientras tanto.


No obstante, queremos recalcar que si después de dos días, aun a pesar de haber usado uno o más de estos remedios, tu perro sigue con fiebre, deberás acudir sin falta al veterinario.


Estas son algunas de las cosas que podrás hacer en casa:

  • Refresca sus patas y orejas. Mójale estas zonas del cuerpo y ponlo frente a un ventilador para que se refresque. No dejes de tomarle la temperatura constantemente, pues cuando alcance los 39 grados tendrás que quitarlo del ventilador para evitar gripes y resfriados, así como choques de temperatura.

  • Mantenlo hidratado. Darle de beber mucha agua es esencial para que la fiebre baje. Sin embargo, ten cuidado y no le des grandes cantidades a la vez, sino poco a poco, ya que podría ser perjudicial.

  • Coge una compresa fría y ponla en su barriga. Es posible que sea reacio a tenerla, pero en cuanto ve los rápidos efectos, se dejará.

  • No se te ocurra bañarlo con agua fría, pues un shock de temperatura corporal podría suceder, lo cual perjudicaría a tu animal en vez de ayudarle.

  • No le des medicamentos de humanos, ni tampoco de animales si estos no han sido recetados por el veterinario.

  • Nunca uses hielo, especialmente si crees que en vez de fiebre es un golpe de calor. Con agua fría será suficiente.

Como dijimos al principio, nuestro perro no puede decirnos si se siente mal y tampoco estamos con un termómetro detrás de él todo el día para ver si tiene fiebre o no. Por ello es necesario que estés muy atento a los cambios en su forma de comer, de andar, de mirar y de comportarse. Estos podrán indicarte si hay alguna anomalía, fiebre en este caso, que debas tratar a la mayor brevedad posible.


Recuerda que los remedios caseros solo son para ganar un poco de tiempo, pero que el que verdaderamente puede atajar el problema es el veterinario.

 

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