Con el veganismo se nos ha ido de las patas
A cualquiera que le digas que tu perro es vegano le puedes provocar un ictus de la impresión. Podéis hacer la prueba. Pero el caso es que en la comunidad vegana es de lo más normal del mundo. Existen muchas empresas dentro del sector que se dedican a la producción y distribución de piensos de origen estrictamente vegetal para alimentar a tu mascota sin tener que asesinar a un animal. Menuda tontería esa de la pirámide alimenticia, obviamente. Y no hace falta irse muy lejos, empresas como Veggieanimals adoctrina a sus fieles con piensos para perros y gatos completamente vegetales, productos nacidos tras dos años de estudio de no se sabe quién y avalados por el instituto nacional de no sabemos dónde. O al menos, no hay rastro en su web. Todo muy fiable. Y ya cuando hablamos de la ética de la alimentación de tu mascota es cuando cogemos la nave espacial...
Por otra parte, entiendo que el veganismo, como filosofía es una maravilla, que abre una puerta al respeto y la reflexión. Pero igual la sociedad no está preparada para comprender cómo se puede enseñar moralidad a un gato o a un canario. Si tu obligas a tu mascota a ir contra natura por tus propios principios, ¿acaso no estás imponiendo tu doctrina? Pobres mascotas que no pueden decidir, menuda dictadura. Y entiéndase el sarcasmo. El respeto hay que llevarlo por bandera, pero que sea por ambas partes. Entre un par de sardinas y un pienso vegetal, ¿qué pensáis que hará vuestro gato? Al menos el de mi vecino lo tiene claro tras la prueba. Es omnívoro absolutamente.
En resumen, que cada uno coma lo que quiera y pague lo que pueda, pero que esto no nos lleve a perder la cabeza con nuestras mascotas. Recordad que ellos son nuestros mejores amigos y si fuera al revés, quizás ellos no querrían lo mismo para nosotros. Pensadlo.