Recetas caseras para perros (I): Pollo con arroz
Hoy iniciamos una serie de recetas caseras para perros. Esta primera: pollo con arroz. Y recuerda: la cocina casera es una opción para alimentar al perro, pero solo puede sustituir a las comidas comerciales (pienso y latas) cuando se elabora una dieta equilibrada, que cuente con la supervisión del veterinario o nutricionista canino.
RECETA:
El arroz y el pollo constituyen los ingredientes básicos para iniciarse en las recetas caseras para el perro, saludables y económicas. Se puede usar arroz blanco, como el que consumen las personas de forma habitual, ya que es un alimento de buena calidad. El arroz integral, que contiene más fibra, es otra opción para preparar este plato para el can, pero sin abusar, ya que un exceso de fibra puede generarle diarreas.
El proceso de elaboración es el siguiente. Se cocina el arroz, de la forma habitual o un poco más pasado, si se desea, para facilitar el acceso de las enzimas del aparato digestivo del perro al almidón de los granos. El tiempo de cocción ronda los 15 minutos.
Mientras se hace el arroz, se puede preparar el pollo. Lo idóneo es que sean partes nobles, magras del animal, es decir, que no sean restos ni contengan huesos. La opción más saludable es decantarse por unas pechugas. Para cocinarlas hay varias posibilidades: bien cocerlas en agua hirviendo o a la plancha. Una vez cocinadas se añaden al arroz y ya está listo el primer plato barato, rápido y saludable para el can.
Diez consejos para cocinar para el perro
1. La cocina casera es una opción para alimentar al perro, pero solo puede sustituir a las comidas comerciales (pienso y latas) cuando se elabora una dieta equilibrada, que cuente con la supervisión del veterinario o nutricionista canino.
2. Cada perro tiene unas necesidades nutritivas distintas, que no solo dependen de su peso. Por ello, no es válido obtener una dieta casera base y recalcular las cantidades necesarias en función de los kilos del can.
3. Los platos caseros permiten cocinar sin peligro para perros alérgicos o con requerimientos nutricionales especiales. Pero siempre con el visto bueno del veterinario.
4. La mayoría de las recetas caseras para el can no sirven como dieta exclusiva: en estos casos, los suplementos nutritivos comerciales -en especial los de vitamina B12, en dietas vegetarianas- son esenciales y debe prescribirlos el médico.
5. Las dietas comerciales de alta gama se elaboran con cuidado. Sus nutrientes y componentes están equilibrados para cubrir las necesidades alimentarias del perro. Para lograr lo mismo con una dieta casera, esta debe diseñarse con esmero por un nutricionista canino.
6. Los platos cocinados para el perro no deben contener un número excesivo de ingredientes: el sistema digestivo de un can no es igual que el humano. Cuatro o cinco son suficientes.
7. Los perros no admiten cambios frecuentes en la alimentación, como sí aceptamos las personas. Esto explica la importancia de elaborar una dieta sana y equilibrada, con supervisión veterinaria.
8. Para diseñar una dieta casera para el can, es esencial conocer sus necesidades alimentarias: tanto el número de calorías diarias que precisa, como la cantidad de vitaminas y otros nutrientes esenciales.
9. Hay ciertos alimentos prohibidos para el perro, que son tóxicos incluso en pequeñas cantidades. El chocolate, la cebolla, el ajo, las pasas, las uvas y el aguacate figuran entre ellos. También se debe evitar la sal y el azúcar, así como eludir la carne de cerdo cruda.
10. Las alergias alimentarias en el can no son extrañas. Cuando se diagnostican, es esencial eliminar los componentes que las producen. Y para prevenir peligros, es esencial incorporar los nuevos ingredientes de la dieta casera del perro de forma paulatina, en pequeñas cantidades.