Cuidados del perro en otoño: muda del pelo y bajadas de defensas
Se acaba el verano y llega el otoño, y con él la época de lluvias. Veamos como afecta al pelo de nuestros perros estos cambios de temperatura y humedad.
Cambio de estación, la muda en los perros
La muda de pelo en nuestras mascotas se presenta dos veces al año, una en primavera y otra durante el otoño. Se trata de un proceso natural de renovación del pelo, que ocurre como parte de los mecanismos de adaptación de los mamíferos a la variación de la cantidad de luz en el ambiente. Durante la muda, la caída de pelo es más acentuada de lo normal y debemos procurar a nuestra mascota una serie de cuidados destinados a retirar el pelo muerto.La muda del pelo es una condición normal en muchos mamíferos. Se trata de un proceso necesario para adaptarse a las condiciones climatológicas cambiantes, justificado sobre todo cuando los canes no habían sufrido todavía la domesticación.
La relación de los perros con las personas ha hecho que su adaptación al medio no sea tan imprescindible, ya que en un entorno doméstico es fácil encontrar alternativas para obtener calor. Así, las mudas de pelo en los perros, sobre todo los que habitan en el interior de las casas durante largos periodos de tiempo, suelen ser menos marcadas pero más continuas y duraderas.
Aunque el pelaje de los perros es muy variable según cada raza, en general todos ellos realizan un cambio más o menos marcado de pelo durante los traspasos de estación, sobre todo en primavera y en otoño.
En estos momentos la piel y el pelo del perro están en plena actividad por lo que es imprescindible dedicarles más cuidados que nunca: el uso diario del cepillo se convierte en indispensable y la utilización de productos adecuados para su nutrición y limpieza es clave para mantener el manto sano y fuerte, a punto para la llegada del invierno. En este sentido, estos productos refuerzan el pelo de las mascotas para que luzca sano, sedoso y brillante. Además, gracias a su aporte en Biotina, asegura un buen estado de pelo, piel y uñas.
Cepillar o peinar dos veces al día a nuestro perro o gato durante la temporada de muda es una de las mejores formas de retirar el exceso de pelo antes de que se esparza por toda la casa. Es importante elegir el cepillo y peine adecuados para el tipo de pelaje de nuestro peludo. Se debe hacer de forma suave y aplicando pasadas cortas y firmes con el cepillo, en la dirección del crecimiento del pelo, desde la cabeza hacia la cola. Al terminar, es bueno dar una pasada en sentido contrario. En los animales de pelo largo las pasadas con el cepillo pueden ser un poco más largas, retirando los nudos con delicadeza.
También existen el mercado guantes quitapelos (ideales para el pelo corto) y cepillos especiales que retiran hasta el 90% del pelo muerto. Para que nuestra mascota acepte sin problemas que le cepillemos, es necesario habituarlos desde cachorros.
Un baño hace mucho más fácil la retirada de pelos muertos y nos facilita la eliminación de nudos y enredos en el pelo. Debemos bañar a nuestra mascota con un champú especial para perros. También es importante tener en cuenta que los baños demasiado frecuentes pueden causar sequedad y provocar una mayor caída del pelo.
La muda se siente también en nuestra casa y en nuestra ropa… Recoger los pelos es una tarea ineludible. Afortunadamente, podemos echar mano de la aspiradora (por cierto, existen accesorios especiales para “aspirar” a los perros) o de otros utensilios para hacer más fácil la limpieza. Entre estos utensilios están los cepillos de terciopelo, los guantes de goma, la cinta y el rodillo adhesivos, que ayudan a recoger los pelos de las diferentes superficies. Entre los trucos caseros para deshacernos de la pelambrera está pasar un simple guante de goma levemente humedecido por la superficie que queremos limpiar o cubrir un cepillo con unas medias que ya no usemos y pasarlo por la superficie que desea limpiar. Espolvorear previamente bicarbonato antes de limpiar resulta útil para eliminar la estática de los pelos y favorecer su retirada (bien sea con aspirador o con otro método).
Con el frío, bajada de defensas: la leishmania, siempre al acecho
Con el frío, las defensas de nuestros perros, al igual que las nuestras, pueden trabajar de forma menos eficiente, de manera que los perros quedan expuestos a todo tipo de bacterias, virus y parásitos oportunistas.
Como bien sabemos, si su sistema inmunológico baja la guardia es posible que la leishmaniosis encuentre una víctima perfecta y la enfermedad se desarrolle en un perro que hasta el momento parecía perfectamente sano.
Para evitar sorpresas desagradables, antes de la llegada del frío, consulta a tu veterinario si es necesario realizar un test a tu perro para detectar la posible presencia del parásito leishmania y, en caso positivo, establecer las medidas de control oportunas. El cambio climático ha provocado que la presencia de flebotomos se alargue hasta finales de año en zonas de alto riesgo como la cuenca mediterránea y el sur del país. Así que, es importante no bajar la guardia frente a la leishmaniosis.