Acostumbrar al cachorro a la peluquería canina
Es muy importante acostumbrar al perro desde cachorro a todo lo que va a ser expuesto a lo largo de su vida. Esto también comprende acostumbrarlo a la peluquería para que no se sensibilice y pueda tener miedo o incluso fobia en un futuro. Debemos comenzar en el periodo de socialización que abarca desde las tres hasta las doce semanas, esta época es la idónea para:
Acostumbrar al cachorro a la manipulación.
Colocaremos al perro sobre una mesa, para que se acostumbre a ella, y comenzaremos a tocarle por todo el cuerpo: abrirle la boca, manipular sus orejas, tocarles la parte externa de los ojos, cogerles por las patas y manipular sus almohadillas (patas traseras y delanteras) tocarles las uñas, incluso tocarlas con el cortaúñas aunque no las cortemos en ese momento, tocar sus flancos, su lomo, su tripa e incluso sus genitales y por supuesto su cola. También podemos pedir a un amigo, que sea un desconocido para el perro, que haga todo este procedimiento.
Todo esto nos ayudará a que el perro en un futuro este acostumbrado a la manipulación, tanto por parte del dueño como por extraños, de manera que será mucho más fácil que el veterinario le haga una revisión o que acuda a la peluquería sin ningún miedo a que lo toquen.
Acostumbrar al cachorro al cepillado.
Es muy importante acostumbrarlo también al cepillado. Si el perro se acostumbra a estar tranquilo mientras se le cepilla será mucho más fácil cepillarlo en un futuro y para el peluquero también será más fácil realizar su trabajo.
Acostumbrarle al Baño, al Secador y la Mesa.
Hasta que el perro no está vacunado el veterinario recomendará que no lo bañemos, pero podemos ir acostumbrándolo a la bañera, la mesa y al secador. Comenzaremos por introducirlo en la bañera y lo premiaremos cuando esté tranquilo, al principio solo durante unos segundos y después iremos aumentando el tiempo.
También podemos dejar premios en la bañera para que el cachorro se concentre en ellos y se olvide de dónde le hemos metido. Cuando ya esté acostumbrado a la bañera utilizaremos el mismo proceso con la mesa. Es muy importante no hablar, acariciar o premiar al cachorro cuando tiene miedo, ya que el no comprende nuestras palabras y lo que hacemos es que fomentamos que tenga miedo ante esa situación.
Si el perro muestra miedo permaneceremos tranquilos y no le prestaremos atención hasta que se calme. Para acostumbrarlo al secador podemos introducirlo en la bañera, mojarlo ligeramente ponerlo sobre la mesa y comenzar a habituarle al secador de la misma manera que hicimos con la bañera y la mesa.
Acostumbrarlo a la máquina de cortar el pelo.
Para acostumbrar al cachorro a la máquina podemos utilizar una máquina cortar el pelo de humanos, o utilizar algún aparato que haga un ruido parecido como por ejemplo un cepillo de dientes eléctrico (tenemos que ser imaginativos y utilizar todo lo que tengamos a nuestro alcance). Empezaremos encendiéndolo delante del perro para que el pueda olfatearlo y verlo. Después lo pasamos por encima del lomo primero durante poco tiempo y después iremos aumentando el tiempo. Premiaremos al cachorro cuando permanezca quieto y tranquilo. Una vez que ya no tenga miedo se lo pasaremos también por las patas, el rabo, la cara, etc.
Acostumbrar al cachorro a ruidos e instalaciones de la peluquería.
En el periodo de socialización no solo tenemos que insensibilizar al perro a los ruidos del tráfico, de la televisión, del aspirador, etc.… sino que también tendremos que acostumbrarlo a los ruidos típicos de la peluquería como son los ruidos del secador, de la máquina, etc. Y también tendremos que acostumbrarlo a las instalaciones de la peluquería como son la bañera, las jaulas, la mesa de peluquería, etc.
Para acostumbrarlo este tipo de ruidos e instalaciones lo mejor es que el perro vaya a la peluquería dos o tres días (una vez que ya esté vacunado) sin que se le bañe ni se le corte el pelo, simplemente que permanezca en la jaula una hora o dos (previamente hay que pasearlo y ejercitarlo para que el cachorro tenga ganas de descansar) y se vaya acostumbrando a este tipo de ruidos. Si se lo planteamos al peluquero (y si es un buen profesional) no tendrá ningún problema en tener al cachorro en la peluquería ya que también el saldrá beneficiado porque se garantiza que este cachorro tenga un buen comportamiento en la peluquería en un futuro.